Logo EspanaDiario.tips
Logo EspanaDiario.tips
Logo Messenger Espanadiario.tips
Logo whatsapp
Dos trozos de bacalao hechos a la plancha sobre una mesa de madera

Aceite de hígado de bacalao: propiedades, para qué sirve y cómo tomarlo

Descubrimos todas las propiedades y beneficios del aceite de hígado de bacalao y cómo tomarlo de manera adecuada.

El aceite de hígado de bacalao es un tipo de suplemento de aceite de pescado. Al igual que este, tiene un alto contenido de ácidos grasos omega-3, que están asociados a diversas propiedades beneficiosas para la salud, así como vitaminas A y D.

Este suplemento se suele vender en formato cápsulas y lo podemos comprar en herboristerías y tiendas especializadas. A continuación os contamos qué propiedades nos aporta el aceite de hígado de bacalao y cómo lo podemos añadir a nuestra dieta.

Propiedades del aceite de hígado de bacalao

Doctor señalando los huesos del pie de una maqueta
El aceite de hígado de bacalao ayuda al cuerpo a absorber calcio | Getty Images

El aceite de hígado de bacalao es una excelente fuente de nutrientes y puede aportarnos interesantes beneficios para nuestra salud. Es rico en vitaminas, omega-3, yodo y fósforo.

Este suplemento se suele recomendar para el fortalecimiento general y para la prevención de enfermedades infantiles. Sin embargo, debe consumirse con moderación, pues un exceso de vitaminas A y D puede ser perjudicial para la salud.

Alto contenido en vitaminas A y D

La mayoría de este producto se extrae del hígado del bacalao del Atlántico. Este aceite se ha usado desde antaño para aliviar el dolor en las articulaciones y tratar el raquitismo, una enfermedad que causa huesos frágiles en los niños.

Se diferencia del aceite de pescado regular, que se extrae del tejido de pescados grasos como el atún, el arenque, las anchoas y la caballa.

El hígado es rico en vitaminas liposolubles, como las vitaminas A y D y con una sola cucharadita de este tipo de aceite nos proporciona el 90% de nuestras necesidades diarias de vitamina A y el 113% de las necesidades diarias de vitamina D.

La vitamina A tiene muchas funciones en el cuerpo, como mantener la salud de los ojos, de la función cerebral y de la piel. La vitamina D tiene un papel importante en el mantenimiento de los huesos sanos mediante la regulación de la absorción de calcio.

Puede reducir la inflamación

Los ácidos grasos omega 3 presentes en el aceite de hígado de bacalao pueden reducir la inflamación crónica al suprimir las proteínas que la provocan. Las vitaminas que incorpora también pueden reducirla al neutralizar los radicales libres dañinos.

Puede mejorar la salud ósea

El aceite de hígado de bacalao es una gran fuente dietética de vitamina D, la cual ayuda al cuerpo a absorber el calcio, un mineral necesario para tener los huesos fuertes.

Los estudios realizados demuestran que tomar un suplemento de vitamina D, como el aceite de hígado de bacalao, acompañado de una dieta rica en calcio, puede reducir la pérdida ósea entre los adultos y fortalecer los huesos frágiles en los niños.

Puede reducir el dolor articular

Actualmente no hay cura para la artritis reumatoide, pero los estudios sugieren que el aceite de hígado de bacalao puede reducir el dolor en las articulaciones y mejorar los síntomas de esta enfermedad, como la rigidez y la hinchazón de las articulaciones.

En un estudio realizado por investigadores, 43 personas tomaron una cápsula de 1 gramo de esta clase de aceite diariamente durante tres meses. Se demostró que reducía los síntomas de la artritis reumatoide, como la rigidez matutina, el dolor y la hinchazón.

Puede mantener la salud ocular

Se ha demostrado que los ácidos grasos omega-3 y la vitamina A presentes en el aceite de hígado de bacalao protegen contra las enfermedades oculares causadas por la inflamación.

Diferentes estudios realizados en personas, las que consumían mayor cantidad de ácidos grasos omega-3 y tenían una dieta alta en vitamina A, reducían significativamente el riesgo de padecer glaucoma.

Aunque la vitamina A es excelente para la salud ocular, no se recomienda tomar altas dosis de ella, ya que puede causar toxicidad.

Puede reducir el riesgo de enfermedad cardíaca

Los estudios han demostrado que las personas que comen pescado regularmente tienen un riesgo mucho menor de padecer una enfermedad cardíaca. Este efecto se puede atribuir a su contenido en ácidos grasos omega-3.

Desafortunadamente, pocos estudios han examinado específicamente la asociación del aceite de hígado de bacalao con las enfermedades del corazón, ya que muchos estudios clasifican este producto como aceite de pescado normal.

Por lo tanto, se necesita una investigación más específica para poder establecer un vínculo claro entre este aceite y las enfermedades cardíacas.

Puede mejorar los síntomas de ansiedad y depresión

Se ha demostrado que existe una relación entre la inflamación crónica y la ansiedad y depresión. Los ácidos grasos omega-3 presentes en el aceite de hígado de bacalao pueden disminuir la inflamación y, por lo tanto, reducir los síntomas de ansiedad y depresión.

Un estudio realizado a 21.835 personas demostró que tomar aceite de hígado de bacalao reducía los síntomas de depresión y/o ansiedad. Sin embargo, aunque los ácidos grasos omega-3 ayudan a reducir estos síntomas, su efecto general parece ser poco.

Puede ayudar a curar úlceras estomacales e intestinales

Los estudios en animales indican que este suplemento puede ayudar a tratar las úlceras, especialmente las que se encuentran en el estómago y en el intestino. Si bien su uso para ayudar a curar las úlceras parece prometedor, se necesitan más estudios en humanos para hacer recomendaciones claras.

¿Cuántas dosis podemos tomar?

Doctora midiendo la presión arterial de un hombre
Debemos consultar a un médico si nos tomamos algún medicamento para la presión | Getty Images

Este producto es muy fácil de agregar a nuestra dieta. Lo podemos encontrar en diferentes formatos, sin embargo, en cápsulas y líquido son los más populares.

No existen pautas establecidas para el consumo de aceite de hígado de bacalao, por lo que la mayoría de las recomendaciones se basan en niveles seguros de consumo de ácidos grasos omega-3, vitamina A y D.

Una dosis común a menudo es de 1 a 2 cucharaditas, pero tomar hasta una cucharada al día generalmente es seguro. No se recomiendan dosis más altas, ya que daría como resultado una ingesta excesiva de vitamina A.

Aunque este producto es extremadamente saludable, algunas personas deben tener cuidado con su ingesta, ya que puede actuar como un anticoagulante.

Así que se aconseja consultar a un médico si estamos tomando medicamentos para la presión arterial o para diluir la sangre. Además, las mujeres embarazadas también deben informarse, ya que niveles altos de vitamina A pueden causar daño al bebé.

¿Dónde comprar aceite de hígado de bacalao?

Un bol transparente lleno de cápsulas amarillas bajo la luz del sol
Las cápsulas de aceite de hígado de bacalao suelen tener sabores diferentes | Getty Images

A la hora de comprar este suplemento, es importante tener en cuenta una serie de cuestiones para poder disfrutar de un producto adecuado a nuestras necesidades y gustos.  

Una de las cosas más importantes es verificar su calidad. No todos los productos que se venden como aceite de hígado de bacalao incorporan este ingrediente al 100%. Por lo tanto, debemos leer la etiquetas e identificar la composición del mismo, para asegurarnos que estamos adquiriendo aceite puro.

Debemos prestar atención a los que incluyen menos de un 60% de este ingrediente, pues el resto se rellena con aceites vegetales de baja calidad, otro tipo de aceite de pescado, aditivos, conservantes y vitaminas artificiales.

El sabor también es importante, pues las cápsulas de este suplemento suelen presentarse con sabores diferentes o insípidas. Además, también incorporan aromas agradables y son altamente digeribles. Estas suelen estar cubiertas de gelatina.

Su precio suele ser proporcional a la calidad del producto. Normalmente un suplemento de aceite de hígado de bacalao de alta calidad suele costar 0,60€ por 10 ml, aproximadamente.

Referencias bibliográficas:

Gilaberte, Y., Aguilera, J., Carrascosa, J. M., Figueroa, F. L., de Gabriel, J. R., & Nagore, E. (2011). La vitamina D: evidencias y controversias. Actas dermo-sifiliográficas, 102(8), 572-588.

Nasiff-Hadad, A., & Meriño-Ibarra, E. (2003). Ácidos grasos omega-3: pescados de carne azul y concentrados de aceites de pescado. Lo bueno y lo malo. Revista Cubana de Medicina, 42(2), 128-133.

Rajakumar, K. (2003). Vitamin D, cod-liver oil, sunlight, and rickets: a historical perspective. Pediatrics, 112(2), e132-5.