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Eliminando el mal olor de pies

Olor de pies: cómo prevenirlo y eliminarlo

Conocemos los mejores remedios caseros y consejos para prevenir y eliminar el mal olor de pies.

El olor de pies no es nada agradable. Normalmente solucionar este problema no conlleva más complicación que mantener una buena higiene personal y cambiar regularmente de zapatos para así mantener unos pies frescos.

Mientras que la mayoría de las personas experimentan este problema de manera puntual, otras personas lo padecen durante todo el año. El término médico para referirse a esta condición es bromodosis. Sin embargo, no hay que preocuparse, pues existen una serie de remedios caseros que pueden reducir esta afección.  

A continuación os contamos por qué hacen mal olor nuestros pies, cómo podemos prevenirlo con algunos consejos de calzado y remedios caseros para tratar este problema.

¿Por qué huelen los pies?

Una de las causas más comunes del mal olor es el sudor que se produce en ellos. Cualquier persona puede padecer pies sudorosos a cualquier temperatura o época del año. Sin embargo, los adolescentes y las mujeres embarazadas tienen más probabilidades de padecerlos a causa de los cambios hormonales.

También es más probable que nuestros pies suden si estamos de pie todo el día, usamos zapatos demasiado ajustados, padecemos estrés o tenemos una afección médica llamada hiperhidrosis, que nos hace sudar más de lo normal.

Los pies producen mal olor  cuando el sudor penetra en nuestros zapatos y no se seca antes de que los volvamos a usar nuevamente.

Remedios caseros para el mal olor de pies

Aparte de los consejos que conviene seguir para evitar el olor de pies, existen una serie de remedios y tratamientos caseros para terminar con este problema. A continuación os contamos con detalle 5 prácticas que podéis hacer en casa y que os ayudarán con esta molestia.  

Eliminando el mal olor de pies
El olor de pies es una afección muy común que se puede eliminar o evitar con unos sencillos remedios caseros | Getty Images

1. Lavar con jabón antibacteriano

La excelente higiene de los pies es un factor clave para tratar y prevenir el mal olor. Esto incluye lavar los pies diariamente con jabón antibacterial, prestando mucha atención a las zonas entre los dedos.

2. Exfoliar los pies

El uso de un exfoliante o piedra pómez puede ayudar a eliminar las células muertas de la piel que a las bacterias les gusta para alimentarse y reproducirse.

A las personas que sufren mal olor de pies se les aconseja exfoliarlos con una piedra pómez 2 o 3 veces por semana para evitar la acumulación. Este tipo de piedras las podemos comprar en cualquier supermercado o en farmacias.

3. Remojar con sal

Realizar baños puede ser útil como parte de una rutina de exfoliación o simplemente para remojarlos.

Para ello, debemos preparar un recipiente con agua tibia y disolver media taza de sales de Epsom. Remoja los pies durante 10-20 minutos y luego sécalos bien.

4. Remojar con vinagre

Para realizar este tratamiento, añadimos 2 partes de agua tibia y 1 parte de vinagre, por ejemplo vinagre de manzana o vinagre de vino blanco, en un recipiente y remojamos los pies durante 15-20 minutos.

Sin embargo, no es conveniente realizar este tipo de baño de vinagre si tenemos cortes, llagas o rasguños, ya que el vinagre puede irritar las áreas abiertas de la piel.

5. Desodorante antitranspirante para pies

Otro remedio que podemos llevar a cabo es usar un desodorante antitranspirante. Aunque tradicionalmente se usa para las axilas, la aplicación de este tipo de producto en los pies puede reducir la incidencia de sudación.

Si es necesario, un médico puede recetarnos antitranspirantes más fuertes adecuados para este tipo de problema.

¿Cómo prevenir el mal olor de pies?

Esta afección suele ser fácil de tratar, simplemente  manteniéndolos limpios y secos y cambiando los zapatos con regularidad.

Debemos lavarnos los pies con un jabón antibacterial una vez al día (un farmacéutico puede aconsejarnos sobre los diferentes productos que podemos encontrar en el mercado).

foto de las plantas de unos pies en blanco y negro
Debemos lavarnos los pies con un jabón antibacterial una vez al día | PIXABAY

También es importante secarse bien los pies después de haberlos mojado, especialmente entre los dedos.

Intenta no usar el mismo par de zapatos 2 días seguidos  para que tengan al menos 24 horas para secarse del sudor. Además, también debemos cambiarnos los calcetines (idealmente de lana o de algodón, no de nylon) al menos una vez al día.

Mantén las uñas cortas y limpias y elimina la piel dura con una lima para pies, ya que cuando esta se moja se convierte en un lugar ideal para la proliferación de bacterias.

Si a menudo nos sudan los pies, podemos:

Usar un desodorante en spray o antitranspirante para los pies. Este funciona igual de bien que los que utilizamos para la axila y, además, suelen ser más económicos.

Utilizar plantillas medicinales con efecto desodorizante en nuestros zapatos.

Utilizar polvo específico para absorber el sudor de los pies. Por ejemplo, el clásico Fungusol, ahora llamado Funsol, es uno de los más populares para tratar esta condición.

Utilizar calcetines específicos para pies sudorosos. Algunos calcetines deportivos están diseñados para mantenerlos secos y también podemos encontrar calcetines antibacterianos especiales.

Utilizar zapatos de cuero o de lona, ​​ya que dejan que los pies respiren, a diferencia de los de plástico.

Siempre usar calcetines en zapatos cerrados.

Consejos de calzado

Como hemos comentado anteriormente,  los calcetines y los zapatos pueden causar sudor en los pies  y, por consiguiente, mal olor. A continuación os presentamos unos tips a seguir para reducir el mal olor con el calzado:

1. Calcetines

Usar siempre calcetines puede ayudarnos a reducir el mal olor. Los calcetines, especialmente aquellos hechos de materiales que absorben el sudor, pueden absorber y reducir los olores.

También se aconseja reemplazarlos por unos no usados al menos una vez al día. Esto ayudará a reducir los olores que de lo contrario permanecerían dentro del zapato de una persona.

2. Zapatos

Los zapatos que tienen algo de transpirabilidad pueden ayudarnos a reducir la incidencia de sudoración y humedad. A la hora de comprar unos zapatos, nos podemos fijar en  aquellos que presenten paneles de malla y que permitan la transpiración.

Los zapatos hechos de plástico o sintéticos, con el símbolo de otros materiales, aseguran casi al 100% producir mal olor en los pies, ya que no son transpirables y promueven la sudoración.

Diferentes pares de zapatillas de color blanco y sucias
Escoger un calzado que permita la transpiración es esencial para evitar el mal olor de pies | Getty Images

3. Alternar zapatos y calcetines

Permitir  que los zapatos se sequen por completo puede ayudar a reducir el mal olor. El uso de un par de zapatos un día, y luego otro par al día siguiente, puede proporcionar suficiente tiempo para que se sequen.

También podemos llevar siempre a mano un par de calcetines adicionales para cambiarnos durante el día. Esto puede ayudar a reducir el sudor y el mal olor.

4. Reemplazar plantillas

Otra de las medidas que podemos adoptar es cambiar las plantillas de los zapatos  que vienen por defecto por unas antibacterianas o que reduzcan el olor.

Además, también podemos comprar un spray antibacterial o desinfectante para usar en las plantillas. Sin embargo, esta opción no suele ser tan efectiva como permitir que las plantillas de los zapatos se sequen por completo.

¿Cuándo debemos ir al médico?

El olor de pies es un problema inofensivo que generalmente desaparece con el tiempo. A veces, sin embargo, puede ser un signo de una condición médica.

Debemos consultar a nuestro médico si los remedios caseros que hemos utilizado para neutralizar el mal olor no han hecho efecto, o si nos preocupa que nuestro nivel de sudoración sea anormalmente alto.

Alguno de los tratamientos que nuestro médico puede aplicarnos es un antitranspirante fuerte o aplicarnos un tratamiento llamado iontoforesis, que administra una leve corriente eléctrica a través del agua para combatir el sudor excesivo.

Referencias bibliográficas:

  • Bonet, R., & Garrote, A. (2013). Cuidado de los pies. Farmacia profesional, 27(1), 25-29.