Las compras que hacemos pueden tener una gran influencia en nuestra salud y en nuestro bienestar, y no sólo en la economía doméstica y familiar.
Del mismo modo que es importante para el ahorro procurar gastar el dinero de forma racional, comprar productos saludables y con pocos elementos perjudiciales resulta fundamental para prevenir enfermedades, accidentes e imprevistos.
Los alimentos que consumimos o los productos del hogar que empleamos tienen que ser escogidos con cuidado. En este sentido es importante analizar detalladamente sus etiquetas e incluso buscar información en Internet sobre las empresas cuyos objetos compramos.