La respiración consiste en la obtención de oxígeno del aire y la expulsión de dióxido de carbono a éste. En los humanos depende de los pulmones, la tráquea y el resto del sistema respiratorio, mientras que otros animales respiran a través de las branquias o de la piel (respiración cutánea).
Los animales y casi todos los demás seres vivos respiramos de forma aerobia o aeróbica, es decir, extraemos energía de moléculas orgánicas oxidando carbono mediante el oxígeno que inspiramos. La respiración anaerobia o anaeróbica se limita a algunos microorganismos.