Los términos tercera edad, vejez y senectud se usan para hacer referencia a la etapa posterior a los 65 años de vida, caracterizada por el deterioro físico. Éste a su vez, y en concreto el declive del cerebro y del sistema nervioso, también favorecen el deterioro cognitivo.
Las mejoras sanitarias de los últimos años han favorecido un aumento de la duración y de la calidad de la vida de las personas mayores, así como un tratamiento más satisfactorio de enfermedades asociadas al envejecimiento como las demencias o los problemas de las articulaciones y de los huesos.